Inflación y TPM: dos indicadores que golpean a los costarricenses

En particular, en junio último la inflación general alcanzó 10,1% en términos interanuales, mientras que el promedio de indicadores de inflación subyacente fue de 6,4%, ambos valores corresponden a los más altos en los últimos 13 años”, dijo el Banco Central en su comunicado oficial.
Costa Rica no está lejos de lo que sufren los países con una alta inflación y anuncios de una recesión, incluso la misma está a la vuelta de la esquina.
Los economistas costarricenses son optimistas, al menos basados en las proyecciones del comportamiento de la economía para este año. Empero, son claros que existe preocupación en la realidad de los socios comerciales, países que ya alzan voces de alarma por sus altos niveles de inflación.
En un artículo de opinión, publicado en este medio, William Porras, socio consultor de Ecoanálisis, lo detalla muy bien en su título: ¡RECESIÓN ECONÓMICA! una crisis que ya se vive en las familias
“Es imposible decir con certeza si la economía de Costa Rica va a entrar en una recesión o no. Es al final del día un pronóstico de probabilidad. Sin embargo, nuestro principal socio comercial, Estados Unidos, está a las puertas de una recesión”, detalla Porras.
El martes anterior el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó su nueva perspectiva económica global, la cual bajo, es decir, el crecimiento del PIB real mundial se desacelerará a 3,2% en 2022 desde el pronóstico de 3,6% de abril, dijo el ente en su actualización de su informe Perspectivas de la Economía Mundial. Agregó que el PIB global se contrajo en el segundo trimestre debido a las recesiones en China y Rusia.
El FMI recortó su pronóstico de crecimiento para 2023 al 2,9% desde la estimación de abril de 3,6%.
Los analistas costarricenses aseguraron que el anuncio obliga una revisión de las proyecciones locales, empero, para ellos hay que tener claridad de que Costa Rica al ser una economía abierta, también depende de la realidad externa.
Las noticias externas no son buenas, al cierre de este jueves se anuncia que Estados Unidos ha entrado en el oscuro territorio que los economistas definen como recesión -cuando el PIB se contrae dos trimestres seguidos –, pero el Gobierno de Joe Biden insiste en rechazar esa idea, se aferra a otros datos como el empleo y arguye que ésta es sólo una guerra semántica.
Según datos oficiales, la contracción estadounidense del 0,2 % del producto Interior Bruto en el segundo trimestre conocida el jueves disparó todas las alarmas, pero el Gobierno se apresuró a contrarrestar el dato con su discurso optimista, aunque expertos consultados por la agencia internacional de noticias EFE sí temen que pueda haber un escenario de recesión que se consolide a final de año.
La noticia de posible recesión en la economía del principal socio costarricense ya emite una reducción en la proyección de crecimiento de Costa Rica, a la fecha se ubica por encima del 3% de su Producto Interno Bruto, al menos en el último corte realizado por el Banco Central en abril anterior.
Ennio Rodríguez, presidente del Colegio de Profesionales en Ciencias Económicas de Costa Rica, ante la consulta de BusinessNewsCR, indicó que, la principal conclusión sobre la proyección del crecimiento económico mundial del World Economic Outlook es que se continúan deteriorando las perspectivas de crecimiento producto condiciones de la economía mundial “son y serán más severas que lo inicialmente previsto”.
“La economía costarricense cuenta con un sector exportador diversificado y con un proceso exitoso de atracción de inversión extranjera directa, lo que le otorga cierta resiliencia para enfrentar estos efectos adversos. Pero debiera acompañar estos procesos por dos vías: la generación de más y mejores empleos y programas sociales para atender a las personas más vulnerables”, subrayó Rodríguez.
Para este jueves, a nivel interno los costarricenses reciben la nueva decisión del Banco Central, es decir, un aumento en la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 200 puntos base y la ubica en 7,50% anual.
Según el comunicado oficial del Banco Central, desde febrero pasado la inflación se ubica por encima del límite superior del rango de tolerancia alrededor de la meta de largo plazo 3% +o- 1 punto porcentual.
“En particular, en junio último la inflación general alcanzó 10,1% en términos interanuales, mientras que el promedio de indicadores de inflación subyacente fue de 6,4%, ambos valores corresponden a los más altos en los últimos 13 años”, dijo el Banco Central en su comunicado oficial.
En medio del anuncio de crecimiento en la TPM, el regulador financiero indicó que la tasa de “crecimiento de la actividad económica del primer semestre es relativamente alta, pero con tendencias a desacelerarse”.
Para Agatha Gutiérrez, Gestora de Negociación de Mercado de Valores de Costa Rica, la incertidumbre predomina en el ambiente actual, generando una divergencia importante entre las proyecciones de los diferentes analistas y una marcada volatilidad en los mercados bursátiles.
“La entidad trabaja bajo un escenario base, donde el crecimiento para el 2022 se desacelerará a 3.2%, respecto al 6.1% observado en 2021, e incluso caería a 2.9% en 2023. Sin embargo, delimita otro escenario plausible en donde el crecimiento se ubicaría en 2.6% y 2.0% para 2022 y 2023, respectivamente, esto ante la realidad de que los riesgos de las perspectivas tienden al lado negativo”, detalla la analista.
Gutiérrez agrega de que a esto se suma, un aumento en la inflación como consecuencia del aumento generalizado de los precios de los bienes a nivel global, así como la presión al alza en el tipo de cambio, consecuencia de las presiones inflacionarias y la marcada necesidad por divisas del sector público no financiero.
“La política monetaria restrictiva, por su parte, genera un aumento del costo de financiamiento tanto externa como internamente”, subraya Gutiérrez.
El soporte económico costarricense es el exportador, empero, estos ahora son golpeados por la realidad externa y la incertidumbre dentro del mercado de las materias primas (sumado los costos de transportes que continúan altos).
Según datos oficiales del Banco Central de Costa Rica, los precios internos del productor de manufacturas continúan al alza, con una variación interanual del 17,6% en junio anterior, lo que indica que el efecto del choque de las materias primas aún no ha completado su potencial transmisión hacia los precios al consumidor.
Por donde se vea, los indicadores no son positivas para los siguientes meses, en medio de una crisis geopolítica, la fragilidad del erario costarricense parece que desde ya se traduce en incrementos en precios.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), en el Índice de Precios al Consumidor de junio, el alza mensual en los precios durante junio es la más alta registrada desde 2008.
De los 289 bienes y servicios que integran el índice: 69 % aumentaron de precio, 19 % disminuyeron de precio y 12 % no presentaron variación.
Fuente: www.businessnewscr.com
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