Mercado de Valores de Costa Rica y Colegio Profesional analizan la proyección del FMI

La dirección restrictiva de la política monetaria a nivel interno, dirigida por la necesidad de controlar la inflación, que se ubica en 10.06%, da un espacio de ajustes a la baja en el futuro para incentivar la reactivación económica de Costa Rica.
Desde que inició la actual crisis geopolítica y su impacto en el comportamiento de la inflación global, los inversionistas en todo el mundo comenzaron a darle seguimiento y principalmente a la dinámica en el flujo de suministros.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó la nueva proyección del crecimiento de la economía global, la cual según el ente internacional sufre una nueva contracción.
Para el caso de Costa Rica, significa iniciar un nuevo ajuste en su proyección interna; a la fecha es de un crecimiento de 3,4% de su Producto Interno Bruto (PIB), según el anuncio del Banco Central, en abril anterior.
Empero, ¿Cuáles son las principales conclusiones que genera el nuevo anuncio del FMI?
El FMI dibujó este martes un escenario global más adverso de lo esperado con un freno en las principales economías del mundo, que arrastrará al resto del planeta, sin descartar que la coyuntura pueda empeorar y lleve a muchos países a la recesión.
El ente presentó la revisión de sus previsiones económicas y calcula ahora que la economía mundial crecerá sólo el 3,2 % este año y el 2,9 % el que viene, 4 y 7 décimas, respectivamente, por debajo de su estimación de abril.
Para Agatha Gutiérrez, Gestora de Negociación de Mercado de Valores de Costa Rica, la principal conclusión de la revisión de las proyecciones por parte del Fondo Monetario Internacional la expresa claramente el nombre la publicación “Gloomy and More Uncertain”.
Gutiérrez explica que, la incertidumbre predomina en el ambiente actual, generando una divergencia importante entre las proyecciones de los diferentes analistas y una marcada volatilidad en los mercados bursátiles.
“La entidad trabaja bajo un escenario base, donde el crecimiento para el 2022 se desacelerará a 3.2%, respecto al 6.1% observado en 2021, e incluso caería a 2.9% en 2023. Sin embargo, delimita otro escenario plausible en donde el crecimiento se ubicaría en 2.6% y 2.0% para 2022 y 2023, respectivamente, esto ante la realidad de que los riesgos de las perspectivas tienden al lado negativo”, detalla la analista.
Para Gutiérrez, una desaceleración global, como la proyecta el FMI, impactará directamente en el crecimiento local, como consecuencia de una caída en la demanda de nuestros socios comerciales sobre los productos, de la mano con un deterioro de los términos de intercambio.
“A esto se suma, un aumento en la inflación como consecuencia del aumento generalizado de los precios de los bienes a nivel global, así como la presión al alza en el tipo de cambio, consecuencia de las presiones inflacionarias y la marcada necesidad por divisas del sector público no financiero. La política monetaria restrictiva, por su parte, genera un aumento del costo de financiamiento tanto externa como internamente”, subraya Gutiérrez.
Costa Rica está en una situación vulnerable, por su dependencia en el comportamiento de la economía de sus socios comerciales, principalmente en Estados Unidos, nación que vive un momento de incertidumbre interna generado por el comportamiento en los precios finales al consumidor.
A pesar de ello, los indicadores costarricenses, principalmente en el comportamiento en las exportaciones de bienes y servicios genera oxígeno en la economía local y mantiene a raya el indicador del desempleo.
“El país se encuentra en una buena posición para hacer frente a una desaceleración como la que proyecta en FMI. Si bien los indicadores de crecimiento se han desacelerado, aún se visualiza un buen nivel de crecimiento, reflejando el IMAE para el mes de mayo una variación de 5.4%”, asegura la analista.
Gutiérrez agrega además de que a esto se suma, unas finanzas públicas que reflejan una mejor significativa respecto a años anterior, con superávit primario cercano al 1% del PIB a lo que llevamos de 2022.
Además, la dirección restrictiva de la política monetaria a nivel interno, dirigida por la necesidad de controlar la inflación, que se ubica en 10.06%, da un espacio de ajustes a la baja en el futuro para incentivar la reactivación económica.
Los analistas costarricenses concluyen que la postura del país debe centrarse en no generar un ambiente de terror dentro de los actores económicos.
En una entrevista con BusinessNewsCR, Ennio Rodríguez, presidente del Colegio de Profesionales en Ciencias Económicas de Costa Rica, asegura que este es el momento de generar diálogos alrededor de la reactivación de la económica y generación de empleo.
“Los objetivos de la política económica siguen siendo en forma paralela la estabilización macroeconómica y la generación de más y mejores empleos, esta última es sin lugar a dudas la mejor medicina ante una economía mundial y nacional debilitadas. De especial interés, generar oportunidades para las poblaciones vulnerables (hogares en condición de pobreza) y los territorios más rezagados”, dijo Rodríguez.
Para Rodríguez, el país sigue teniendo dificultades para generar empleos más allá de las zonas francas y, lamentablemente, con la caída de la economía mundial, el sector externo del país podría desacelerarse (ya se empiezan a ver señales); “es aquí donde se deben aprovechar las oportunidades del Nearshoring para atraer nuevas inversiones al país y generar más empleos”.
Para el economista, el país en la actualidad no cuenta con un espacio presupuestario suficiente para realizar un gasto que sea un estímulo al crecimiento (inversión en infraestructura que genere más empleos y dinamismo económico).
Ante los retos fiscales, Costa Rica tiene unas finanzas públicas débiles que dan poco margen para incrementar los recursos destinados a programas sociales, pero estos deben protegerse en cuanto a su nivel de gasto y, de ser posible aumentarlos.
“El análisis sereno y mesurado, sin alarmismo innecesario son fundamentales. Mucho más puede hacerse para la discusión propositiva necesaria para diseñar las estrategias necesarias que puedan mitigar los efectos adversos que está teniendo y podría tener la coyuntura económica internacional sobre la economía costarricense”, concluye Rodríguez.
Costa Rica es positiva en cuanto a su perspectiva económica y tanto Rodríguez como Gutiérrez coinciden en que el país sí crecerá por encima del 3% en su producción nacional.
Empero, los ojos de los actores económicos continuarán observado los indicadores y esperan nuevas decisiones provenientes del Banco Central de Costa Rica.
Fuente: www.businessnewscr.com
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